jueves, 12 de septiembre de 2013

Cosecha

Índices de madurez para la corta del producto:
El Apio se cosecha cuando la planta alcanza su máximo tamaño, pero antes de que los pecíolos externos empiecen a esponjarse y secarse, porque esta característica es negativa desde el punto de vista "calidad de consumo". Para el mercado local, el criterio de corta está asociada a los precios, de manera que las plantas se cosechan en estados de desarrollo que pueden variar desde medio hasta completo, sin llegar a la floración.
La mayoría de los productores lo cosechan cuando la planta alcanza aproximadamente 50 cm de altura. Otros dicen que se cosecha de 80 a 90 días después del trasplante. En cualquier caso la planta debe estar libre de tallos florales.
Las plantas de apio deben estar sanas, turgentes, frescas, compactas, con tallos bien formados, firmes y rectos. Hojas marchitas y tallos blandos indican deshidratación y el producto pierde valor comercial. Los mismo sucede con daños por insectos, daños físicos (quebraduras, magulladuras, rasgaduras y otros). La presencia de enfermedades y otros daños, restan vida de anaquel al producto y reducen o pierden totalmente su potencial de comercialización. 

Cosecha:
La cosecha del Apio se realiza en forma manual, utilizando un cuchillo bien afilado para lograr un buen corte. Este se hace a ras del suelo después de las hoja más vieja. 
Es importante desinfectar la herramienta de cortar con alcohol al 70% o con cloro (5ml/litro de agua), lavando muy bien después con agua las cuchillas porque el cloro tiene a oxidar. Todas las herramientas, u otros utensilios que se pongan en contacto con la planta y el suelo y puedan transmitir los agentes patógenos, se deben sumergir en la solución de cloro durante diez segundos. Las herramientas se pueden almacenar después de aplicarles una cubierta protectora de aceite, o lavarlas y secarlas antes de almacenarlas, para prevenir la corrosión.

Su rendimiento están en 20 - 40 tn/ ha y/o 60 - 80 th/ha.

Manejo y Acondicionamiento:

a. Manejo: 
El Apio, por tener una gran área expuesta es muy susceptible a perder agua, se debe cortar en las primeras horas del día. Los síntomas de la pérdida de agua, en el apio, son los tallos doblados, no cruje al partirlo y pierde su apariencia de frescura, además pierde peso, lo cual es muy importante cuando se vende por kilos.

Conforme aumenta la temperatura durante el día, la velocidad de deshidratación del producto (pérdida de agua) aumenta; durante la corta, es aconsejable que las hortalizas de hoja se trasladen rápidamente a una galera o camión tapado y ventilado para protegerlas del sol. Para evitar estas pérdidas, algunos agricultores interrumpen la cosecha durante las horas más calientes y la inician después de las 4 p.m. cuando la temperatura y la radiación directa del sol han disminuido. 

Los agricultores cargan sobre sus hombres los rollos de apio para llevarlos y acomodarlos en cajas fuera de la parcela; deben colocarlos suave y cuidadosamente, sin tirarlos, para evitar golpear el producto, pues ellos podría ocasionar daños mecánicos (hojas y tallos quebrados).

Por higiene, ni el apio ni las cajas se deben colocar directamente sobre el suelo; el producto cortado se debe colocar sobre tarimas de madera, mientras se termina la cosecha. 

b. Acondicionamiento:
Una vez que el apio está en cajas, estas se trasladan a los camiones y/o galeras, donde se procede a prepararlas para mercado de productos frescos.

En el proceso de selección se eliminan hojas quebradas, sucias, enfermas, con coloración anormal, golpes, daños por insectos y con otros defectos que deterioran su apariencia y disminuyen la vida comercial del producto. Se utilizan cuchillos filosos, para un corte limpio (se deben desinfectar con frecuencia); se recortan las raíces de modo que estas no sobrepasen los 5 cm.

El lavado se hace mediante agua con cloro (hipoclorito de sodio generalmente) a una concentración entre 50 y 100 mg/Litro. Para que esta operación sea eficaz es importante controlar la concentración del cloro como se indicó, el pH (acidez) de la solución debe estar entre 6,5 y 7,5 y la calidad del agua (evitar aguas duras). La acción desinfectante del cloro se da por contacto, es decir, es instantánea, pero para asegurar que el agua de lavado llegue hasta los lugares más escondidos, se recomienda inmersión en el agua de lavado por 1 o 2 minutos.











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